Entre cálculos climatológicos, investigación, pronósticos y alertas del clima se desarrolla el trabajo del Área de Meteorología Aeronáutica de la Dirección General de Aviación Civil, compuesta por 70 técnicos de la institución y 30 de la Fuerza Aérea Ecuatoriana que proveen del servicio a los 21 aeropuertos del país, los 365 días del año.

 Arturo Lomas, jefe Nacional de Meteorología de la DGAC, en el marco de la Conmemoración del Día de la Meteorología – 23 de marzo-  manifestó “el servicio meteorológico que proporciona la DGAC, es de vital importancia debido a que las condiciones meteorológicas deben ser conocidas por las tripulaciones en tiempo real para poder desplazarse de un aeropuerto a otro con seguridad, la falta de este servicio podría repercutir en incidentes o accidentes aéreos. Además, que los datos meteorológicos recopilados en cada aeropuerto tienen una valiosa utilidad a nivel nacional y mundial para realizar estudios climáticos”, acotó.

En el siglo pasado aparecieron las primeras líneas aéreas las cuales se vieron en la necesidad que se regule el tráfico aéreo, debido a que tuvieron algunos accidentes en los que el factor meteorológico tuvo un papel preponderante.

Las malas condiciones meteorológicas impiden que las operaciones se realicen con normalidad; por Seguridad Operacional las aerolíneas deciden esperar un tiempo en el aire o a su vez direccionar sus vuelos hacia aeropuertos alternativos. Por ejemplo, la terminal aérea alterna del Aeropuerto Internacional José Joaquín de Olmedo es el de Manta; del Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre es el de Cotopaxi.

El equipo del Área de Meteorología Aeronáutica de la DGAC  analiza la repercusión de fenómenos climatológicos como la lluvia, el granizo, los vientos, la niebla, las tormentas, entre otros factores en cada fase de vuelo de manera diferente, ya sea por la presencia mayor de algunos fenómenos cerca de la pista o durante su trayectoria en vuelo.