Desde el este 20 de junio, los Controladores de Tránsito Aéreo del aeropuerto Internacional Mariscal Sucre, de Quito utilizan un nuevo procedimiento para la gestión del flujo de tránsito aéreo que tiene como objetivo mitigar las turbulencias, vientos de cola, cizalladura del viento (diferencia en la velocidad del viento o su dirección entre dos puntos en la atmósfera terrestre), entre otros, que regularmente ocurren en esta época de verano y afectan a los vuelos en el tramo de aproximación final a la pista 36 de la terminal aérea.

El proceso que fue desarrollado por la Dirección de Navegación Aérea junto al área de Gestión de Tránsito de la autoridad aeronáutica pasó por un proceso de análisis y verificación en el simulador de las técnicas de guía vectorial a las tripulaciones, a fin de  conducir a las aeronaves  por el oeste del cerro Ilaló (Tababela) para su aterrizaje, sector donde los vientos presentan una menor incidencia para la navegación aérea.

La medida de mitigación reduce las aproximaciones desestabilizadas y frustradas que se presentan en los meses de julio y agosto. En este período hay influencia de vientos que provienen de la región amazónica, los cuales chocan con el cerro Ilaló y forma una especie de torbellinos que se los conoce como turbulencias y son los que causan mayores problemas en el procedimiento de los aviones, situación que si bien no afecta el normal desenvolvimiento de las operaciones aéreas provoca un malestar en los usuarios del transporte aéreo.

La DGAC trabaja por brindar un servicio de calidad a la ciudadanía que utiliza las terminales aéreas del Ecuador.