Importancia de la Oficina de Vigilancia Meteorológica DGAC para la seguridad y eficiencia de la aviación

La aviación ecuatoriana y sus usuarios cuentan con la Oficina de Vigilancia Meteorológica (OVM) de la DGAC, la cual se encarga de monitorear los fenómenos meteorológicos que afectan a los vuelos en ruta, es decir cenizas volcánicas, tormentas, turbulencia, engelamiento (formación de hielo sobre la superficie de las aeronaves). Esta dependencia se encuentra ubicada en Guayaquil y brinda el servicio las 24 horas, los 365 días del año.

Para garantizar las operaciones aéreas se coordina con el Instituto Geofísico y el asesoramiento del Centro de Avisos de Ceniza Volcánica (VAAC siglas en inglés) de Washington sobre el alcance, movimiento, trayectoria pronosticada y los niveles de vuelo probablemente afectados por la ceniza volcánica.  Esta labor se realiza utilizando una variedad de sistemas de detección remota terrestre, aérea y satelital para inicializar modelos numéricos de trayectoria/dispersión y pronosticar el movimiento de la ceniza.

Cuando un volcán entra en erupción, puede lanzar cenizas a decenas de miles de pies en la atmósfera las cuales afectan la ruta de las aeronaves, esta es severamente abrasiva y puede dañar partes sensibles del motor, causando lecturas erróneas y averías en el mismo, de ahí la importancia de contar con la Oficina de Vigilancia Meteorológica quienes emiten las alertas para evitar estos contratiempos con las aeronaves en trayecto y otras a punto de despegar o aterrizar.

Los avisos de erupción, seguimiento de la nube de ceniza y la educación sobre este tema previenen muchos desastres, por lo que la Organización de Aviación Civil Internacional -OACI – designó a Centros de cenizas volcánicas (VAAC) para asesorar a las Oficinas de Vigilancia Meteorológica (OVMs) y los Centros de Control (ACCs) en su zona de responsabilidad sobre la trayectoria pronosticada de las cenizas volcánicas y los niveles de vuelo probablemente afectados.